EDUCACIÓN LIBRE DE ROJEZ

Y LA "CULTURA DE PAZ"
Nuestro “revolucionario” ministro de educación, José Antonio Chang Escobedo, ha decido declarar guerra a todo lo rojo y, por supuesto, a sus matices o variantes confundibles con la rojez (anaranjado, rosado, etc.): Ha dicho que desde lunes (19/07), en las aulas de todas las escuelas públicas, está completamente prohibido la presencia de los que alguna vez fueron rojos y de los que alguna vez fueron confundidos como rojos (del sendero), porque estos últimos, según el fino olfato anti y detecta rojos del ministro, los inocentes confundidos han sido impregnados por los olores “desviados”, “venenosos” y “rojizos” del sendero y, hoy, a pesar de que se hayan bañado con el agua “bendita” y diabólica del Cipriani, con las pudrientes flores aromáticas de la democracia y hayan usado el perfume embriagador y encantador de la “cultura de la paz”, no pueden estar ni deben seguir delante de los párvulos y cándidos escolares emanando ese olor “venoso”, reflejando ese color “repulsivo” y derramando esas ideas “terroríficas” que no tiene otro fin que aguar nuestra maravillosa, paradisíaca y celestial situación: “líder en economía mundial”, “campeón mundial en la lucha contra la pobreza”, etc., etc.

Para el ministro, este pobre diablo y retrasado mental que como estudiante en la PUCP fue conocido y expulsado por sus bajísimas y rojísimas notas (09, 08, 07, 06, 05, 04, etc. Si gustan, vean http://laslorojas.com/las-notas-del-ministro-jose-antonio-chang/), sostiene que la educación debe tener como base una “cultura de paz”, o sea, de color blanco, ese colorcito angelical que ayude al Perú a seguir donde ha llegado: en el “primer mundo”.

Ahora, ¿en qué consiste y quienes son los encargados de proveernos esa tan mentada “cultura de paz? La religión y, claro, dictada por los mundialmente famosos, no por ser pacíficos, sino por ser los número uno en ser pederastas, pedófilos y, por supuesto, maricones espirituales: ¡por dios, por los pervertidos, degenerados, alucinados y supersticiosos sacerdotes! Gracias Sr. San Chang, eso explica porque usted sacó 14 en religión (teología), ¡su máxima nota!

Hay que recordar al ministro antirojo que la UNESCO establece como principios de la educación en general, primero, que debe ser científica, es decir, debe ser exento y libre de toda superstición, alucinación, etc. En suma, debe ser libre de toda religión y de sus pederastas. Segundo, debe ser CRÍTICA, esto es, a los estudiantes se debe educar con una consciencia y actitud crítica; no aceptar todo como una manga de borregos domesticados, no decir, al final, simplemente “amen”. En suma, la educación debe tener algo de rojez. Tercero, la educación NO debe ser (¡de ninguna manera!) DOGMÁTICA, es decir, no debe haber una completa sumisión, obediencia, acatamiento y rendimiento sin examen personal o grupal a unos supuestos conocimientos, principios o “revelaciones”.

Por ultimo, la memoria histórica nos dice: si algo se ha conseguido (la “independencia”, la “jornada de 8 horas”, el voto femenino, educación para todos, etc., etc.), se ha conseguido siendo ROJOS, así, con mayúscula, ¡siendo rojos!, pero con causa, con objetivo y con esperanza de que si es posible construir una sociedad un poco más justa y mejor, ¡no perfecta!, pero donde no haya la necesidad de maquillar las estadísticas ni alucinar con ellas, de que ya estamos en el “mejor de los mundos posibles”, que “somos campeones mundiales en la lucha contra la pobreza”, etc., cuando la realidad es desgarradora y dramáticamente contraria: somos casi últimos en la lucha contra la pobreza (solo un poco mejor que Haiti y los paises africanos) y, por tanto, estamos en uno de los peores mundos posibles. El problema no es la rojez, sino, los traidores y los mercenarios del país que quieren una juventud descerebrada, por supuesto, para seguir rematando el país a diestra y siniestra al postor que mejor aceita.

G. Ordoñez A.