EL SAPITO DE AREQUIPA

OPINIÓN

SENDERO, EL CUCO

Por: Luis Antonio Corzo Orihuela
Sendero Luminoso es un cuco que conviene mantener vivo para los grupos de poder.
Es una herramienta fundamental para la represión de las ideas de cambio que empiezan a cobrar fuerzas en el Perú y para potenciar a través del miedo la figura electoral de Keiko Fujimori, que sin más argumentos que la liberación de su “papi”, necesita un nuevo filón para explotar rumbo a las elecciones del 2011, siendo la lucha antiterrorista una buena piedra de toque.
Carlos Raffo ha salido más mefistofélico que nunca, a twitear que la Democracia no puede ser blanda y se requiere de una “Demodura” para combatir al monstruo, o sea, caemos en la falsa disyuntiva: o el fujimontesinismo criminal o la barbarie senderista.
Por eso es que los sicarios del narcotráfico, que son hoy levantados como la reencarnación de ese escalofrío ochentero nacido del pensamiento “Gonzalo”, no son combatidos con firmeza por el gobierno aprista y más bien parecen formar parte de una afinada orquesta, que toca una sola melodía plenamente funcional a los intereses de Alan García, Keiko Fujimori y aquellos que en una versión chicha del “Grupo BILDERBERG” mueven los hilos detrás.
Por eso es que cada atentado, cada emboscada, cada muerte de un soldado niño o de un policía inexperto, cumple un papel importante en esta farsa.
Así se cubren los rastros de los faenones, se desvía la atención de los escándalos políticos, o se exalta la figura del ex dictador, único salvador posible del demonio rojo que se lleva a los niños malos que osan pensar en la libertad y en una sociedad justa.
Por eso es que es errada la pregunta sobre quien financio la publicación del librejo de Guzman, pues deberíamos preguntarnos ¿Quiénes ganan con este show? ¿Quienes están detrás? Respondiendo eso, salta clarito quien lo financia.
En el clímax de esta orgia monstruosa, de este aberrante concubinato donde se mezclan todas las sangres (literalmente), los prosenderistas que se reúnen en aquelarres para hablar de amnistía general y perdón absoluto, piden dejar libres a los abimaeles y a los albertos, a los terrucos y los colinas, a los felicianos y los montesinos, a los comités centrales y a los rodrigos francos, es decir borrón y cuenta nueva, comprobando una vez mas, que los extremos siempre se juntan con el único afán de conseguir, aunque sea, un pedacito de la torta del poder.
Porque son una sola cosa, siempre lo fueron, porque el merito principal de Sendero para con el poder fue desprestigiar y servir de excusa para la persecución de esa izquierda pensante que pudo cambiarle la cara al Perú si la demencia criminal no hubiera aparecido. Y entonces por obra y gracia de Abimael, ser de izquierda, nacionalista o libre pensador se convirtió en sinónimo de terrorista, creando pánico en la población y desterrando cualquier posibilidad. Pero también la traición del terrorismo, se condenso en la infiltración de los espacios democráticos del movimiento social, buscando descabezarlo y parasitarlo, cebándose inclusive en la sangre de gente como Marielena Moyano que les dijo no a sus ideas de muerte.
Estamos avisados.
Hoy sucede lo mismo, hoy resucitan al cuco para comernos el coco. Es momento de deslindar y poner las cosas en su sitio. Seamos valientes.